Ruben, el amigo "hetero"
Aporte de N.
Cambie los nombres y algunas cosas pa' que si el hueón lo lee no cache que era él.
¿Cómo te describo al Ruben? Un cabro de casi dos metros, blancucho, masteado en un gimnasio, te juro que podías rallar un queso en su estomago. Ojos negros profundos, al igual que sus cejas frondosas, medio narigón, tosco, muy macho-hombre, pero con cara de hueón. Era el amigo de amigos, no se podía llevar mal con nadie, aunque tenía su genio, oh que era malas pulgas, a pesar de eso todos lo amaban, quizás porque le tenían miedo, el hueón era prácticamente Hulk.
A Rubén lo conocí en el colegio, en esos años el hueón era todo lo contrario a lo que era hoy, flaco, tímido, yo siempre lo andaba cuidado. Nos hicimos muy amigos en la básica, pero nos distanciamos en la media a medida que alcanzamos la pubertad, el hueón tenía otros intereses no más, cosas que pasan en el colegio.
Por las vueltas de la vida, nos volvimos a topar en la universidad de pura coincidencia y retomamos la amistad, pero en otro nivel ya. Carretabamos prácticamente todos los fines de semana, ya sea en mi depa o en la casa que tenían sus viejos en Calera de Tango, medios carretes, medios recuerdos. Iban sus “amigas”, unas chiquillas tan simpáticas como calientes, las historias que podría contar de lo que pasaba en esa casa cuando sus viejos no estaban. B r i g i d o.
Ambos teníamos pololas, pero a Ruben le iba “mejor”, siempre con una chica más rica que la anterior, era envidiable hasta cierto punto, rubias, morenas, pelirrojas, le iba bien al cabro, además ¿cómo no? Lo veía en las duchas después del gym y vaya que tenía que mostrar, los otros cabros siempre lo agarraban pal huevero, onda literal agarraban el poto, porque Rubencito tenía un culo enorme, onda era ridículo lo grande y firme.
“Cuando me lo vai a prestar po?”- le decían mientras le daban nalgazos, siempre encontré esa huea mega gay entre los otros tipos heteros, pero hueón, era súper difícil no verle los cachetes mientras se cambiaba de ropa, así que no, no era nada gay, al menos pa’ mi.
El cabro era un tipo feliz, le iba bien en la Universidad, tenía buenas notas, sus viejos lo apoyaban caleta y tenía un buen pasar económico. Todo iba según lo planeado, hasta que su viejo se reventó contra un muro manejando ebrio, dicen las malas lenguas que no quedo nada de cuerpo y que lo tuvieron que enterrar con el ataúd cerrado. Fue terrible, para todos, conocíamos al tío, y sí, se notaba que era un viejo curado, pero no merecía irse así, nadie lo merece, bueno, excepto Piñera. En fin.
Toda la tragedia le afectó caleta al Ruben, tanto que terminó congeló sus estudios. No nos pescó mucho, a nadie del grupo en verdad. Intenté comunicarme con el, en varias oportunidades, pero no respondía, entendí que quería estar solo, así que solo le envíe un mensaje que decía que cuando quisiera, cuando se sintiera cómodo, podía llamarme a cualquier hora.
Pasó una semana justa hasta que respondió, estaba en la casa de sus viejos, su mamá se había ido a vivir con una tía para pasar el luto en Rancagua, así que Ruben se quedo ordenando la casa, porque la querían poner en venta, muchos malos recuerdos parece.
Me preguntó si lo podía ayudar a mover cosas el jueves, obvio que le dije que sí.
Así que partí, filo, falté a la U, todo por mi amigo. Llegué con el almuerzo, como a las 3pm. Se veía mejor de lo que pensé que se vería, tenía sus ojos hinchados, pero al menos tenía buen humor, tiramos la talla un rato, ordenamos caleta, se nos hizo súper tarde.
-¿Por qué no te quedai mejor? ya es medio peligroso… por la hora - me preguntó el Ruben
-Sí, no te preocupes - le dije sonriendo, no tenía nada mejor que hacer en verdad.
-Buena… haré la once mejor.
Se nos hizo tarde conversando, sobre las pololas, el futuro, la vida, cuando cachamos que se puso a llover terrible fuerte, Ruben salío corriendo, al parecer tenía la ropa en el patio, me asuste caleta porque pensé que era algo grave así que salí con él corriendo, cuando caché me cagué de la risa, recuperamos la ropa, pero fue un caso perdido, estaba todo mojado y nosotros también. Obvio que no tenía nada de ropa conmigo de repuesto, el Ruben tampoco, así que nos quedamos en pelota en el living, mientras pusimos nuestras hueas en la estufa, era muy tarde ya, pero teníamos toda la ropa mojada, el cansancio nos ganó, como la mayoria de las cosas estaban empacadas, solo quedaba la cama grande, así que nos fuimos a acostar.
El subió las escaleras primero y yo iba por detrás, y no te miento, su poto me tenía mal, como que dudaba de todo, ¿podría culiarme a un hueón? ¿Qué hueá me pasa? Pensaba en mi polola y me daba pena, porque era terrible plana, pero pico.
Llegamos, nos reímos un poco, nos echamos debajo de las sabanas porque hacia frio y seguimos hablando, esta vez de nuestros recuerdos de colegio de porque nos distanciamos en la media.
- Hueón, tu me dejaste de hablar en la media, no fui yo, yo me quede sin mi amigo por esos cuatro años, así que no te vengai a hacer la víctima aquí- le dije en tono de burla en verdad, no era grave, había pasado tanto tiempo.
- Sí, lo sé, y quizás sea el peor momento pa’ decirte esto, pero puta…
-¿Qué?
- ¿tu sabís qué pasó?
- Obvio que no po, por eso te preguntó. - le dije.
- Pucha, es que… en ese tiempo, yo andaba medio confundido, y en un momento, pensé que me gustabai po, pero tranqui que fue solo en ese tiempo.
Nos quedamos en silencio un rato, era obvio, el hueón acababa de confesarme que yo le gusté en el colegio, mientras estábamos en pelota en la cama de sus viejos, o sea... qué huea.
- Ah... - solo le dije eso
- Ya, pero eso fue en ese tiempo, estaba confundido, todos pasan por esa etapa ¿no?
- ¿y ya se te pasó? -le pregunté.
- Sí po, si estoy con la Paula, tu sabís, mi mina... - se enredaba en excusas el pobre.
- Me refiero a.... si ya no te gusto po - le contra pregunté así como pa' saber que huea.
Más silencio incomodo, no nos mirábamos. Por mi mente pasaba el siguiente escenario ¿estaba dispuesto a pasar por algo así? onda, creo que estábamos listos ya, ¿iba a dejar que mis prejuicios se interpusieran? onda él lo había dicho, ¿todos pasamos por esa etapa? ¿esta era mi etapa? onda demasiado confusión que no fue excusa para que mi pico no se parara de una, con mucho nervio la verdad.
Me di vuelta hacia el y nos quedamos mirando, la luz estaba apagada así que solo podía ver el reflejo de sus ojos, estaban algo llorosos, no decíamos nada, era incomodo, era terrible la anticipación, mi corazón saltaba mucho, era como mi primera vez. Me intente acercar de a poco, el entendió a que iba, así que con un mano me tocó la cara, lo deje, y me beso, fue tan raro, no te voy a mentir, todavía no estoy seguro si me gusto, era tosco, crudo, torpe, era un hombre, y a pesar de que no era mi especialidad, sentía un fuego tan potente, sentía que podía ser yo, podía ser bruto, podría ser una bestia, así que agarré papa, pensé en mi polola y la visualice en el Ruben, mal, pero me sirvió, al minutos nos dábamos los medios besos hueón, caleta de baba, terrible mojado, el se atrevió a agarrarme el pico primero y salte de puro hueón, pero no paró el siguió masturbándome y de qué manera, sabía de donde agarrar, sabía como tocarme, y su boca también cuando me agarró el pico y lo llevó a su boca.
No crean, no le estaba dando mi pico, le estaba dando oxigeno. El hueón vivía. Me agarró el manguaco con las dos manos y se lo devoró, me tenía listo en dos minutos, su lengua jugaba con mi prepucio y con sus manos manejaba mis cocos. Culiao seco.
Me acariciaba los pezones mientras lo hacia y me tocaba como ninguna otra polola lo había hecho. Tenía miedo eso si que quisiera penetrarme, porque, hueón, ese era mi limite. Para mi suerte, el fue el que se puso en cuatro a los minutos después y entre esa oscuridad, se veía toda la rendondela de su culo perfecto. Con las minas que he estado, ninguna se deja chupar poto, pero aquí lo tenía, listo para cumplir mi fantasia y lo hice conchetumadre, me tiré en sus cachetes, los abrí par a par, y le metí la lengua, lo gozaba rico, y me gustaba que este hueón de casi dos metros gimiera como mina, lo tenía loco pasando la lengua por su hoyo.
Al minuto después empuje mi pichula en su poto no más, ya cuando lo sentí bien dilatado. El culiao rico hueón, estaba mas apretadito, sentía que mi pico no aguantaría mucho allí, lo tome de los hombres y le di, le di, le di, tan duro, tan fuerte, tan brusco, como quería. Fui como con ninguna mina pude ser, me sentí libre, me sentí más humano que nunca ¿Tiene sentido lo que digo? no sé, pico, así era la huea, caliente, ruidosa, hedionda, cruda y real.
El sonido de sus cachetes era delicioso, todo era tan rico por la chucha. Paramos cuando me dio un calambre, nos reímos un poco, ni curado estábamos po. Luego cache que se quería sentir arriba de mi pico y me dio miedo po hueón, medio hueón encima, me iba a matar, pero sabís que´, dale le dije, móntame conchetumadre, hazlo rico culiao y lo hizo, sorry lo ordinario, pero lo recuerdo y me caliento tanto.
Ese subió arriba y samba bailaba el hueón, menos mal que el Ruben se fue primero, eso si que me ensucio caleta la cara, se fue cortado y le saltó terrible lejos, yo en cambio ni le pude avisar, le llene todoo el poto con semen, no se quejo, le gusto, se echó al lado, nos quedamos jadeando y seguimos hablando de cualquier otra hueá.
Aquí no paso nada, solo una cachita por necesidad y sería, no le dimos color y tampoco repetimos al otro día, aunque parte de mi quería, ni hablamos de eso. Loco. Pero mejor, total, yo tenía mina, el tenía mina, esto fue solo pa' desahogarnos, nada del otro mundo... o al menos eso me decía a mi mismo.
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