El secreto de Alex



¡Qué lata! Ese jueves tenía demasiado trabajo, luego de una semana súper ajetreada y todavía me quedaba el viernes. Salí super tarde de la pega y aún tenía un compromiso al que no podía faltar: el cumpleaños de mi mejor amiga, la Karen. Me era imposible decirle: “hey, estoy enfermo, no puedo ir”, no, no señor. Así que se me ocurrió llegar temprano, saludarla y luego partir temprano a descansar.

Había reservado un bar en el barrio Italia, estaba por entrar cuando recibí un mensaje de parte de ella:

-“Oye, voy llegar un poco más tarde, y el Axel ya llegó, podis entretenerlo un rato?, te va a caer bieeeeeen, nos vemooos”.

No me sorprendía para nada, siempre llegando tarde a todo, incluso a su cumpleaños, y más encima tenía que conversar con gente que no conocía mientras esperaba, atroz. La Karen siempre se hacía nuevos amigos, era difícil mantener el ritmo a esa chica. Le respondí un “ok” y entré resignado.

La mesera me condujo a la mesa de la cumpleañera, y ahí noté al Axel, no era nada como yo esperaba. Un chico de piel negra como la noche, calvo, muy maceteado y con una camisa hermosa y apretada, tenía un aro en la oreja, lo que me hacia sospechar, aunque por otro lado estaba tomando cerveza. Yo pedí un cóctel bien marca, que se note bien, ¿quién sabe?

- Hola ¿Axel no?
- Sí, ¿cómo estás?
- Bien, yo soy Sebastián, amigo de la Karen.
- Ah sí, me ha contado harto de ti
- Uff, espero que pura cosas malas-
no se lo dije con una intención de hacerlo reír, pero lo hice, me cambió el humor de una, tenía una risa deliciosa.
-¿Siempre hace esto? llegué hace 30 minutos, me sentí un poco ridículo esperando
- ¿La Karen? nah... solo lo hace... mmm siempre que puede, te acostumbrarás.
- ¿Cómo se conocieron ustedes? - me preguntó.
- De una pega, mi primera pega la verdad, ella era mi supervisora, nos hicimos re amigos cuando una vez me salvó de un cagazo que me mande, fue muy tela y de ahí no nos despegamos ¿y ustedes?
- En el Gym, soy su personal trainer - me respondió.
-Ah, eso tiene sentido...
-¿Ah sí?¿Por qué lo dices?
-Porque mírate, estas todo bien hecho
-Jaja ¿tu crees?
-O sea, no soy ciego, siento que debo contratarte, estoy todo descuidado.

Llegaron más de sus amigos, pero conversaban entre ellos, yo seguía pegado con el Axel, me contaba como había llegado a Chile hace 10 años desde Colombia con 25 años (ya ni tenía acento, nada, era muy neutro), onda el muchacho tenía 35 años, pero te juro que no se lo notaban, quería que me diera su receta. pero al parecer era puro ejercicio y así qué paja.

Llegó la Karen al fin, pero ya en ese minuto no quería irme, seguía hipnotizado con el Axel, y aunque caché que mi amiga lo había llevado para presentarselo a otra amiga, no lo iba a soltar tan rápido, no hasta cachar que onda su onda. Para mi suerte el Axel no pesco a nadie mucho, más que a mi, teníamos harto en común, me gustaba hacerlo reír, era súper fácil, amigable, y quizás por eso me pase rollos.

Mientras conversábamos notamos que vivíamos supér cerca, a un par de cuadras solamente.

- O sea, ¿vives en esos departamentos de la esquina? - Me preguntó como sorprendido
- Sí po, en esos edificios feos, jaja.
- No son feos, tenía una polola que vivía ahí - Ufff confirmado, no era de los míos, aunque podría estar mintiendo o ser bi. No me iba a rendir todavía.
- Entonces sí sabes que son feos y no tenemos ni piscina... - le respondí.
- Eso es cierto, ¡pero hey! puedes venir a la mía cuando quieras, nunca va nadie... - y me volvió el alma al cuerpo.
- Ya po, te voy a tomar la palabra entonces.

No sé si eran planes de borrachos o qué, pero me emocionaba la idea de compartir una tarde en traje de baño con el Axel, verlo sin polera, o como sea. Me comentó que como trabajaba como personal trainer, necesitaba mejorar sus redes sociales, fotos, etc y como yo trabajaba en eso, me ofrecí a ayudarlo, obvio ¿quién no ofrece sus servicios gratis cuando está alcoholizado? ¿nadie? bueno, yo lo hago al parecer. 

Ya eran las 3 am y muchos, incluida la Karen, querían ir a bailar. Yo pasaba, y por suerte mi amigo también tenía que volver. 

-¿Compartimos un Uber? - le preguntó
- Buena idea, déjame pasar al baño primero.
- Te acompañó, no creo que alcance a llegar jaja.

Así que nos despedimos y pasamos al baño, ya quedaba poca gente en el bar y nadie en el baño, tenían dos urinales, ya que el baño estaba "fuera de servicio". Comenzamos a mear y se me iban los ojos, pero no alcance a ver nada, estaba medio oscuro, él me hablaba de lo que tenía que hacer mañana, y yo intentando no erectarme ahí mismo, se cerro el pantalón y fue a lavarse las manos, ¡qué oportunidad desperdiciada!

Nos subimos al Uber, el se tuvo que ir adelante, estaba un poco ebrio, llegamos a mi departamento y me despedí. Cerré la puerta y desapareció entre la noche. Llegué a mi cama, intenté masturbarme, pero me quede raja. 

Al otro día no tuve ni tiempo de pensar en nada, el trabajo me consumió desde las 9 hasta las 19hrs. reuniones, reuniones inútiles por todos lados. Solo en la hora de almuerzo lo recordé, me di el tiempo de reconstruir su carita hermosa, sus brazos trabajados, su piel negra, se me movía solo el culo pensándolo, fantaseando. Uff.

Llegue a mi casa como a las 20hrs y recién ahí revise mis redes sociales, caché que tenía un nuevo seguidor en Instagram, era él, ¡¿cómo me encontró?! no tengo nada que pueda ser identificable con el nombre, correo o nada, (así evito a familiares homofobicos). Me entró un poco de pánico, porque tengo unas historias destacadas medias calentonas mostrando el culo (muy elegante de por cierto, nada vulgar). Así que empece a revisar quién las había visto, y ahí estaba, las vio y aun así tenía un DM con un "¡Hola!". 

Ahí fue cuando cache que la Karen me había enviado un mensaje como a las 16hrs que decía: "Le di tu Instagram al Axel, me lo pidió ¿no hay problema? igual ya se lo mande jaja", ¡puta Karen, gracias por avisar!

Lo primero que hice fue sicopatearlo, revise todas sus fotos, la mayoría eran de él trabajando en un gym, con otras chiquillas, pero imagino que eran personal trainer, igual que él o clientes, eran lindas fotos, a torso desnudo, oh dios. No encontré ninguna foto sospechosa o algo, era muy cuidadoso.
Justo me llegó una notificación, el Axel le había dado like a una foto súper vieja mía (calentona más encima) ¿me estaba sicopateando igual? ¿cómo se atreve? ¿fue a propósito el like o se le fue por error?

En fin, en los DM me estaba invitando a su casa mañana sábado, para que lo ayudará con sus redes sociales, brillante, y de paso a la piscina, me dijo que me tendría cosas pa' picar y unos buenos tragos. Ok, entendí a cabalidad el mensaje, le dije que sí, démosle, ¿qué perdería? a lo más, una tarde de piscina y copete gratis. 

Obvio que me sentía nervioso po, no sabía qué podía esperar de esa reunión de trabajo y piscina. Ya era la hora más o menos, y en último minuto se me ocurrió ponerme un jock bajo el traje de baño. Así de cochino, pensaba que así, me iba a predisponer a provocar algo, no sé. Yo y mis ideas.

Llegue a su depto, con una mochilita y todo, el conserje me vio feo porque llegué con el traje de baño puesto no más y con chalas más encima. Subí a su depto, me abrió la puerta y me recibió el Axel, me hizo pasar y conversamos un rato, me mostró las fotos que tenía para su negocio.

-Hace unos meses, una amiga me tomó unas fotos que era para esto, quiero montar como un Gym propio u quería ver si estas fotos me sirve o no - Me contó, me pasó el compu y comencé a inspeccionar las fotos, había de todo, el en diferentes poses, ejercitando y hasta unas a poto pelado en blanco y negro, muy artísticas y manso culo que se gastaba el gil.


- ¿Y estás también las vas a usar? - le pregunté, pero se puso algo nervioso.
- No, no... esas son personales... jaja
- Ahh, ¿seguro? porque si escoges estas tendrás harta clientela, súper rápido, es mi consejo... - Solo se río. 

Luego de una hora y algo de trabajo, partimos a la piscina que estaba en el último piso, tal como había dicho no había nadie. Pensé que Alex había subido con su traje de baño puesto ya, pero no, se sacó el short y andaba con una zunga que no dejaba nada a la imaginación, se le marcaba todo el pene, incluso estoy seguro que podía identificar donde comenzaba el glande, así que de sugerente era. tenía el medio paquete y era súper difícil no quedarse mirándolo.  Estuvimos harto rato allí, me preguntaba más cosas sobre la pega, yo le respondía feliz ya que con eso podía bajar la erección que ocultaba debajo del agua.

Al rato, nos salimos y nos pusimos a tomar sol un rato, el agua bajo el sol, por encima de su piel, dios, era una tortura. Debía presionar más esto, así que me incline en mi toalla, dejando ver que tenía un jock debajo, se dio cuenta de una.

-¿Por qué no te quitas eso?
- ¿Qué cosa?
- El traje de baño
-¿Y quedar en pelota? 
-No po, quedai con eso - y me apunto el jock

Le hice caso porque sabía lo que vendría. Me quite el traje de baño y me quede tomando sol solo con el jock, debió haberse visto hermoso mi culo, por lo que se le comenzó a tensar la zunga a mi amigo. Se encorvo y me quedo mirando, solo frotaba su paquete por encima. Me hizo un gesto con la cabeza, así como "vamo' pa allá". Le hice caso de una. Nos movimos.


Sin tener que pensarlo mucho, comencé a acariciar su estomago, sus pezones, a tocarlo lo más posible. Sin contenerme nada. 


El tampoco lo hizo, agarro mi poto y empezó a jugar con él como quiso. Yo estaba completamente a su disposición. Me dio vuelta en un momento y me comenzó a besar suavemente mientras que con una mano me acariciaba el cuello.

Con valentía, le empujaba el poto para atrás, quería sentir ese roce, quería un teaser de lo que sería la película completa. Tenía miedo, lo reconozco, pero no iba a abortar misión ahora.


Rozar su pene sobre su zunga era maravilloso, se sentía re gordeta, pero aún le faltaba por crecer, me dio vuelta para apuntar directamente a su torso, me agache buscando mi premio. Me lo tome con calma, le comencé a besar todo, a tocar su paquete, a frotarlo sobre mi cara, sentir su aroma, su relieve. 


Todo muy lento, le baje la zunga, ahí salió de una un pico grueso y grandote, casi venoso, el más grande que me había comido hasta la fecha, es que la cagó. Sus testículos colgaban como dos cocos peludos y jugosos. Fui cariñoso, le di unos besitos por fuera, en el glande, antes de comermelo entero, miraba sus ojos para ver si lo disfrutaba tanto como yo. 



Igual me pasaba los medios rollos negativos, onda, con un pico así y un cuerpo así ¿cuántos otros habrán pasado por ahí? no lo digo de forma mala, sino, ¿estaré a la altura? ¿se estaré chupando bien? cachaí, me esforcé caleta para hacerlo lo mejor que pude, onda, casi me rompo la quijada chupándole el pico, el problema fue que también con eso, hacia mucho ruido. Así que para estar más tranquis, nos vestimos y bajamos a su depa.

Llegamos y nada po, había que termina, así que nos fuimos al tiro a su cama. Nos tiramos piluchos, nos comimos harto rato, unos manoseos salvajes, unos besos locos, le gustaba jugar con mi culito humilde, pasaba un poquito de lubricante, preparándome de antes, metiéndome sus dedos gruesos, mientras yo intentaba chuparle más el pico, y esas bolas que me tenían mareado. 

Me pasó una toalla por el culo y me puso él, en cuatro, era terrible fuerte, me gustaba sentirme como flotando con él. Así que le deje todo el culo expuesto, directo para que me hiciera lo que quisiera, y partió con su lengua, desde los cocos hasta arriba del poto me la pasó.  Qué manera de gozarla. 

Demasiado juego previo, ya era hora de la acción. Comenzó súper piola, con mucho lubricante, tanteando terreno, me dio un par de palmaditas con la punta del pico en mi hoyo y de ahí pa' dentro. Creo que tenía experiencia abriendo culos no preparados, porque fue muy atento. Se fue adentrando centímetro a centímetro, cada vez más rico se sentía, cada vez lo sentía más mío, más adentro, más profundo. Cuando llegó al fondo sentí un click en mi corazón, éramos dos legos que se habían conectado perfectamente. 



Me la dejo ahí un buen rato, sin moverse ni nada, metiendo y sacando de a poco, el dolor se disipaba con cada introducción, hasta que alcance el nirvana. Ahí dio rienda suelta a su salvajismo, tenía un movimiento de caderas que me tenía loco, no me quería tocar por miedo a acabar rápido, se tiro complemente encima mío, y francamente no  sabía que un pico podía llegar tan profundamente, tenía miedo, no te miento, pero si después no podía ir al baño, habría valido la pena igual.

Una de las cosas que amé del Alex es que era muy bueno pa' gemir, tocar y besar, mis ex eran bien fomes, nunca sabía si lo estaban pasando bien, eran mecánicos, medios robots, mientras que este cabro, dios, se notaba que era un profesional del amor, así de cursí. 

Hicimos una cucharita tan rica, me la metía de ladito, mientras que con una mano me tomaba del pecho, hasta mi cuelo, me besaba y me seguía penetrando duro, qué ganas de estar toda la vida así. Luego de unos 10 minutos así, me hizo acostarme en la cama y tirar las patas para atrás y así me dio el mejor misionero de la vida. Ahí si sentía que su pico me saldría por la boca, lo sentía a cabalidad, ese entra y saca brutal, ese sudor incontrolable, esas caricias en mis caderas para que me entrará más, esos besos, esas caricias en mi cuello.


 El hueón se la sacó para acabar en mis testículos, fue de imprevisto, así que me empece a pajear para seguirle el ritmo, el entendió y me la volvió a meter y te juro que fueron los 20 segundos más calientes de mi vida, el hueón apretó a fondo el acelerador, y por 20 segundos no sé como lo hizo, pero se movía como una bestia, me hizo acabar con poco tocarme, onda me brotaba el semen como nunca, recién ahí paro. Me costó volver a la vida, sentía que había inhalado como 10 poppers a la vez, nos quedamos un rato así. 



Gracias Karen, por presentarme al cabro. Me vestí de una porque soy un poco cuático con estar mucho tiempo sin ropa, el se quedo así, pilucho durante toda la tarde, mejor. Nos tomamos una chelas y me preguntó si me quedaría pa' la once, me dijo que podríamos ver una peli. Yo me hice bien el rudo, así como "claro, puede ser", mientras que por dentro estaba "oh sí, vemoas el rey león y me culiai de nuevo por fa". Cosa que sí paso también.

Me despedí de él como a las 23 hrs aprox, me fui a mi casa, apenas podía caminar bien. El conserje se dio cuenta y como que se rió un poco, viejo metiche. La cosa es que llegué a mi depa y caché que ya tenía dos mensajes de él en Instagram.

"La pase súper bien hoy, podríamos repetir luego po ¿te tinca?"

Hueón, basta pensaba mi mente, si seguía así me iba a enamorar hasta las patas. Hablamos esa semana entera, todos los días, harto rato, nos enviábamos nudes y me sentía ya como que tenía una relación, algo patético, lo sé. Las coas comenzaron a cambiar la segunda semana, ese domingo nos íbamos a juntar, pero me dijo que ya no podía, tenía que viajar a Viña del Mar a solucionar un tema.

Como les contaba, el sueño del Alex era tener un gym y mejorar su reputación como personal trainer, tenía ahorrada unas lucas, así que iba bien encaminado, el problema, es que la socia que tenía, se lo cagó esa semana, onda le robó todo y el pobre quedo destruido y no era para menos.

Pero el Alex tomó una decisión que me dolió, se cerró, no me habló más, creo que a nadie, ni a Karen. Cerró su cuenta de Instagram y ya no tenía como comunicarme con él. Solo me había dejado un mensaje: "sorry bro, tengo que comenzar de 0 con todo y no quiero molestarte, ni que te sientas mal por mi trabajo". 

Yo por dentro ¡MOLESTAME! todo lo que sea necesario, esto era más que su pichula, el hueón era un buen tipo, se merecía que nos preocuparemos por él, pero él no quería, además ¿qué era eso de sentirme mal por su trabajo? Le pregunté a la Karen, pero me lanzó evasivas, lo que me dio a entender que Karen sabía, la obligue a que me dijera y solo me pidió que me quedará piola, le dije que obvio y me ando un link, era un video, era este video:



El Alex era un vedetto apodado Ángel en Viña del Mar (y uno muy bueno por lo que se ve en el video), aparentemente así había logrado ahorrar lo que tenía para el gym, no era algo que él quería hacer, pero era una buena fuente de lucas al parecer.  No entiendo porque creyó que esto iba a cambiar la forma en que lo veía, para nada, necesitaba decirle, pero no sabía cómo encontrarlo. 



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