El Trato I
Toda familia tiene una oveja negra ¿no? por muchos años pensé que yo lo era, solo por ser gay. Pero no, nadie me prestaba atención, todos estaban más concentrado en lo que hacia el Richard, pobre Richard. Su viejo, un primo de mi viejo, era un alcohólico y su madre pasaba enferma, así que se crió prácticamente en las calles de Curicó, pero no siempre fue así.
De pendejo, mis viejos y yo pasábamos meses allá, con la familia, eramos primos en segundo grado, más que eso, éramos amigos. Jugábamos con mi Gameboy, dormíamos en la misma cama, hacíamos todo juntos, buenos recuerdos, pero a medida que fuimos creciendo y como en todo creo, nos fuimos distanciando. Yo fui descubriendo que me gustaban los hombres, él fue descubriendo a medida que dejaba embarazada a cualquier chica que se le cruzaba que tenía otros intereses.
Era difícil de culpar, su viejo era una mierda de persona. Algo le pasó, a medida que Richard iba pasando por su adolescencia, quizás el cáncer de su esposa, no sé, tampoco era muy comunicativo o del perfil que pidiera ayuda. El asunto es que cuando el Richard tenía 16 años, su viejo falleció en un accidente de auto, al parecer estaba borracho, no se discutía eso en la familia. Su mamá no aguantó más de 6 meses y también murió. Fue una real tragedia, pero lo peor vino después.
Nadie supo más del Richard, a pesar de que sus viejos le habían dejado la casa, el cabro desapareció de la vista de todos. Algunos decían que se había arrancado al sur, otros que se había ido del país, y así pasaron los años.
A veces lo recordaba, con remordimientos, siempre creí que pude haber hecho algo más, no sé, ir a verlo, tratar de comunicarme con él, algo, cualquier cosa. Pero por comodidad, por falta de empatía o poca madurez, no lo hice, en cambio me olvidé y seguí no más como si nada hubiese pasado.
Entre a la U, comencé a pololear con un chico simpático, pero todavía no me atrevía a contárselo a mis viejos, no señor. La vida era aburrida, la vida seguía el curso que se supone que tenía que seguir, buenas notas, buena vida.
No hay normalidad que dure 100 años. Las cosas comenzaron a cambiar. cada vez que iba en el Metro, tenía la sensación de que alguien me estaba viendo, un rostro similar que desaparecía en la multitud, no solo era en el Metro, a veces cuando salía de la facultad para comprar, veía a un sujeto parado en una esquina, apoyado, mirando hacia donde to estaba. Como era muy pavo y miedoso, me entraba o me iba.
Las cosas comenzaron a tener sentido cuando noté que tenía una notificación en Facebook, era del Richard. Conchetumadre. Era una solicitud de amistad, la acepté de inmediato y comencé a investigarlo, pero me detuvo un “Hola po primito” en el messenger. Me quede algo helado.
-¿Richard? ¿de verdad erís tu?
-kien más po? jaja komo tai po
-Bien, todo bien y tu? tanto tiempo…Sipo caleta, nah, yo piola komo ta la family?
-Bien, están todos bien, igual que siempre
-wena, me alegro caleta, la dura.
-y ¿dónde estaí? hace mil años que nos sabemos de ti…
-Si, tu cachai po, me tuve que al sur, pero ya volvi
-Buena, deberíamos juntarnos entonces po, a ver si planificamos algo
-ta’ dificil primito,por eso te escribo, te puedo pedir un favor¿ asi medio patuo, me podrías prestar unas lucas¿ estoy pasandola mal ahora y no sabia a quien mas recurrir
-¿cuánto necesitas? quizás le puedo preguntar a mis viejos
-No, no los metai, si solo necesito 30 lucas
-Puta, no tengo 30 lucas, con suerte 10 lucas para la semana.
-mmm puta primito, pero podríamos llegar a un trato po.
-jaja ¿qué tipo de trato?
-cacha esta huea
Y me llegó una foto de un pico parado gigante, estaba en la U hueón en un espacio público, pegue el medio salto, casi se me cae el teléfono, creo que nadie alcanzó a verlo, pero por suerte. Quedé helado ¿era el Richard? ¿por qué me mandaría una foto de su pico? ¿qué chucha le pasaba? y cuando pasó el enojo, apareció la curiosidad, la calentura y todo eso. Fui al baño, me metí a un cubículo, cerré y abrí el chat y ahí estaba. Era el, en toda su gloria.
– hueón, porque me mandai eso?
-chucha, perdon, pense que te gustaría
-¿por qué?
-pk eris putito po
Y ahí quedé helado
-¿qué? ¿quién te dijo eso? oye, no seai huea, si te caché desde chico y por ultimo tu insta no es nah piola po wuasho jajaj, pero tranqui oh..
-ok… estoy algo confundido
-nah po, te puedo mandar más, pero puta, necesito plata.
Le deje de responder, no sabía como reaccionar. Él entendió el mensaje parece y no siguió insistiendo. La cosa es que llegue a mi casa, me encerré en la pieza y me empecé a pajear con esa foto culia. Manso pico, y se le veía la cara po, primero pensé que era cualquier hueá sacada de internet, pero no, era el y qué bien se desarrolló. Termina la paja y comencé otra de inmediato. Esa noche me quedé despierto pensando y pajeando ¿cómo podría conseguir esa plata?
Al día siguiente hice algo de lo que no me siento orgulloso, pero la calentura me gano, le saque 20 lucas a la billetera de mi viejo y 10 lucas del bolso de mi vieja cuando no se dieron cuenta. Conchetumadre, ¿qué estaba haciendo?
-Primo, me conseguí la plata ¿cómo te la paso?wenaaa choro, sabía que podía confiar en ti, juntemonos afuera de tu u po
-Ok, ¿a qué hora?
-A las 2
-¿sabías donde queda? en el parque almagro
-Si cacho, te tengo bien cachado, cachaste? jjaja nos vemos!!
Me entró el miedo ¿iba a hacer esto? tenía clases a las 2, pero pico, prefería esto. El día pasó tan lento por la chucha, no podía concentrarme en nada, solo recordaba su pico, quería sacar el teléfono para verlo, pero no me atrevía en clases. Fui a almorzar y a penas la mayoría de mis compañeros se fue a clases, me arranqué a la esquina.
No había llegado todavía. Así que me senté a esperar en una banca. Pasaron 20 minutos y ya creía que no iba a llegar cuando alguien me agarra por la espalda, era el Richard, con su cara contenta, algo cansada, y varios tatuajes en brazos y cuello. Como te explico lo cambiado que estaba, onda, había sacado músculos, tenía corte de futbolista y usaba un buzo pitillo con una musculosa, no era el cabro que había conocido. Nos saludamos efusivamente, bueno el me apretó fuerte, tan fuerte que creo que sentía su pico. Estaba feliz de verme y yo también, aunque tenía motivaciones calienturientas.
Estuvimos conversando en la banca un buen rato, nos pusimos al día y aunque hablamos de todo, sentía que me ocultaba algo, no era muy bueno mintiendo, pero tampoco intenté descubrilo, no ahí mismo. Cuando ya se nos acabó el tema de conversa, saque la billetera y le pase las lucas, me miró agradecido y me dijo que me las devolvería lo antes posibles, no le creí para nada, pero filo. Me daba una vergüenza gigante preguntarle por fotos, pensé que al se le ocurriría, pero no no hacía mención del trato.
-Oye, ¿hay baño dentro? estoy que me meo.
-Si po, obvio, te acompaño – me dije.
Entramos a la U, estaba casi vacía, todos en clases, algunos desconectados haciendo hora en el casino. Subimos por las escaleras y me entró el bicho, está todo vacío, así que seguimos subiendo, había baños en cada piso, pero le mentí diciendo que eran de mina o estaban malos, llegamos al último piso, el más piola y nos metimos.
Había solo dos urinarios buenos, nos instalamos, el se saco el pico del buzo por encima y comenzó a mear, ese manso pico peludo. El me seguía hablando mientras lo hacía, yo en cambio estaba tratando una forma de ver su pico sin que se diera cuenta. Obvio que cacho, y me lo apunto, me dijo solo “cacha, lo que te voy a mandar más rato”. Y ahí estaba, flácido, grandote, caché que tenía unos tatuajes arriba. Se me paró al toque, el cacho. No había ningún alma cerca. “¿Querís?” me preguntó, obvio que sí, pero me hacía el difícil.
Sonreí y mire para el lado, él insistió sin palabras, se comenzó a tocar en frente mío, mientras ponía cara de caliente. Me bajo el miedo, pero más me bajaron las piernas. Se tambalean sin que tuviera control alguno, estaba siendo hipnotizado por su pichula, me acerqué lentamente a ella, la tome con una mano, le sentí su aroma entre pico y orina y me la aloje en mi boca, él con sutileza de macho alfa me tomó la cabeza y me presionó para que llegara hasta el fondo, y aunque no soy hombre de muchos talentos, soy un buen tragasables. Se impresionó como me comía su pico. La escena era digna de una porno de baja calidad. Me tenía tan caliente que me la saque de nuevo para pajearme mientras se la chupaba al Richard.
El hueón se movió hasta uno de los cubículos, se sentó en la taza del water y continuó tocandose, ahora con los pantalones abajo, me acerque y cerré la puerta, me agache y se la seguí chupando, sus cocos peludos y todo. De arriba hacia abajo, lo dejaba bien mojado. El gemía despacito y se nota que no aguantó más, me agarró del pelo con fuerza, con algo de violencia y se comenzó a pajear fuerte hasta acabar en mi cara, me saltó caleta de su leche tibio, me obligó a comerla de nuevo y a tragarme todo su semen, asentí sin resistencia. Me trague todo el moco que quedó en su pico mientras con él me pegaba pequeños azotes en la cara, cagado de la risa.
Me limpie la cara, le deje la pichila limpia y salimos del cubículo, yo me lave las manos y la cara, el hueón nada, se puso detrás mío, me agarró el culo por dentro del short, “después te voy a pedir prestado esto hueón”. Ahí me entró el miedo.
Ya afuera de la U, nos fuimos caminando al metro, no tenía sentido ir a clases después de esto. Ahí se me ocurrió decirle algo estúpido
-Jamás pensé que eras… bueno tu sabes
-No, no lo soy, soy caliente no más.
Ok, el ambiente cambió bruscamente. Se puso pesado. Nos despedimos en Universidad de Chile. Llegue a mi casa a la hora, todavía no podía creer lo que había pasado. Valió la pena, pero me dio paja que se haya molestado, de verdad quería ver hasta dónde más podríamos llegar, sin duda quería que pasará más.
Ese día tomamos once en la mesa, como buena familia. Mi vieja nos tenía algo que contar.
-¿Recuerdan al Richard? preguntó la señoraSí po, obvio… ¿apareció? – le contestó mi viejo
-Sí,me contó la Juana que estuvo preso 5 años y al parecer salió esta semana
-¿Qué? ¿qué hizo? – pregunté cómo alterado
-Al parecer mató a una persona…
De pendejo, mis viejos y yo pasábamos meses allá, con la familia, eramos primos en segundo grado, más que eso, éramos amigos. Jugábamos con mi Gameboy, dormíamos en la misma cama, hacíamos todo juntos, buenos recuerdos, pero a medida que fuimos creciendo y como en todo creo, nos fuimos distanciando. Yo fui descubriendo que me gustaban los hombres, él fue descubriendo a medida que dejaba embarazada a cualquier chica que se le cruzaba que tenía otros intereses.
Era difícil de culpar, su viejo era una mierda de persona. Algo le pasó, a medida que Richard iba pasando por su adolescencia, quizás el cáncer de su esposa, no sé, tampoco era muy comunicativo o del perfil que pidiera ayuda. El asunto es que cuando el Richard tenía 16 años, su viejo falleció en un accidente de auto, al parecer estaba borracho, no se discutía eso en la familia. Su mamá no aguantó más de 6 meses y también murió. Fue una real tragedia, pero lo peor vino después.
Nadie supo más del Richard, a pesar de que sus viejos le habían dejado la casa, el cabro desapareció de la vista de todos. Algunos decían que se había arrancado al sur, otros que se había ido del país, y así pasaron los años.
A veces lo recordaba, con remordimientos, siempre creí que pude haber hecho algo más, no sé, ir a verlo, tratar de comunicarme con él, algo, cualquier cosa. Pero por comodidad, por falta de empatía o poca madurez, no lo hice, en cambio me olvidé y seguí no más como si nada hubiese pasado.
Entre a la U, comencé a pololear con un chico simpático, pero todavía no me atrevía a contárselo a mis viejos, no señor. La vida era aburrida, la vida seguía el curso que se supone que tenía que seguir, buenas notas, buena vida.
No hay normalidad que dure 100 años. Las cosas comenzaron a cambiar. cada vez que iba en el Metro, tenía la sensación de que alguien me estaba viendo, un rostro similar que desaparecía en la multitud, no solo era en el Metro, a veces cuando salía de la facultad para comprar, veía a un sujeto parado en una esquina, apoyado, mirando hacia donde to estaba. Como era muy pavo y miedoso, me entraba o me iba.
Las cosas comenzaron a tener sentido cuando noté que tenía una notificación en Facebook, era del Richard. Conchetumadre. Era una solicitud de amistad, la acepté de inmediato y comencé a investigarlo, pero me detuvo un “Hola po primito” en el messenger. Me quede algo helado.
-¿Richard? ¿de verdad erís tu?
-kien más po? jaja komo tai po
-Bien, todo bien y tu? tanto tiempo…Sipo caleta, nah, yo piola komo ta la family?
-Bien, están todos bien, igual que siempre
-wena, me alegro caleta, la dura.
-y ¿dónde estaí? hace mil años que nos sabemos de ti…
-Si, tu cachai po, me tuve que al sur, pero ya volvi
-Buena, deberíamos juntarnos entonces po, a ver si planificamos algo
-ta’ dificil primito,por eso te escribo, te puedo pedir un favor¿ asi medio patuo, me podrías prestar unas lucas¿ estoy pasandola mal ahora y no sabia a quien mas recurrir
-¿cuánto necesitas? quizás le puedo preguntar a mis viejos
-No, no los metai, si solo necesito 30 lucas
-Puta, no tengo 30 lucas, con suerte 10 lucas para la semana.
-mmm puta primito, pero podríamos llegar a un trato po.
-jaja ¿qué tipo de trato?
-cacha esta huea
Y me llegó una foto de un pico parado gigante, estaba en la U hueón en un espacio público, pegue el medio salto, casi se me cae el teléfono, creo que nadie alcanzó a verlo, pero por suerte. Quedé helado ¿era el Richard? ¿por qué me mandaría una foto de su pico? ¿qué chucha le pasaba? y cuando pasó el enojo, apareció la curiosidad, la calentura y todo eso. Fui al baño, me metí a un cubículo, cerré y abrí el chat y ahí estaba. Era el, en toda su gloria.
– hueón, porque me mandai eso?
-chucha, perdon, pense que te gustaría
-¿por qué?
-pk eris putito po
Y ahí quedé helado
-¿qué? ¿quién te dijo eso? oye, no seai huea, si te caché desde chico y por ultimo tu insta no es nah piola po wuasho jajaj, pero tranqui oh..
-ok… estoy algo confundido
-nah po, te puedo mandar más, pero puta, necesito plata.
Le deje de responder, no sabía como reaccionar. Él entendió el mensaje parece y no siguió insistiendo. La cosa es que llegue a mi casa, me encerré en la pieza y me empecé a pajear con esa foto culia. Manso pico, y se le veía la cara po, primero pensé que era cualquier hueá sacada de internet, pero no, era el y qué bien se desarrolló. Termina la paja y comencé otra de inmediato. Esa noche me quedé despierto pensando y pajeando ¿cómo podría conseguir esa plata?
Al día siguiente hice algo de lo que no me siento orgulloso, pero la calentura me gano, le saque 20 lucas a la billetera de mi viejo y 10 lucas del bolso de mi vieja cuando no se dieron cuenta. Conchetumadre, ¿qué estaba haciendo?
-Primo, me conseguí la plata ¿cómo te la paso?wenaaa choro, sabía que podía confiar en ti, juntemonos afuera de tu u po
-Ok, ¿a qué hora?
-A las 2
-¿sabías donde queda? en el parque almagro
-Si cacho, te tengo bien cachado, cachaste? jjaja nos vemos!!
Me entró el miedo ¿iba a hacer esto? tenía clases a las 2, pero pico, prefería esto. El día pasó tan lento por la chucha, no podía concentrarme en nada, solo recordaba su pico, quería sacar el teléfono para verlo, pero no me atrevía en clases. Fui a almorzar y a penas la mayoría de mis compañeros se fue a clases, me arranqué a la esquina.
No había llegado todavía. Así que me senté a esperar en una banca. Pasaron 20 minutos y ya creía que no iba a llegar cuando alguien me agarra por la espalda, era el Richard, con su cara contenta, algo cansada, y varios tatuajes en brazos y cuello. Como te explico lo cambiado que estaba, onda, había sacado músculos, tenía corte de futbolista y usaba un buzo pitillo con una musculosa, no era el cabro que había conocido. Nos saludamos efusivamente, bueno el me apretó fuerte, tan fuerte que creo que sentía su pico. Estaba feliz de verme y yo también, aunque tenía motivaciones calienturientas.
Estuvimos conversando en la banca un buen rato, nos pusimos al día y aunque hablamos de todo, sentía que me ocultaba algo, no era muy bueno mintiendo, pero tampoco intenté descubrilo, no ahí mismo. Cuando ya se nos acabó el tema de conversa, saque la billetera y le pase las lucas, me miró agradecido y me dijo que me las devolvería lo antes posibles, no le creí para nada, pero filo. Me daba una vergüenza gigante preguntarle por fotos, pensé que al se le ocurriría, pero no no hacía mención del trato.
-Oye, ¿hay baño dentro? estoy que me meo.
-Si po, obvio, te acompaño – me dije.
Entramos a la U, estaba casi vacía, todos en clases, algunos desconectados haciendo hora en el casino. Subimos por las escaleras y me entró el bicho, está todo vacío, así que seguimos subiendo, había baños en cada piso, pero le mentí diciendo que eran de mina o estaban malos, llegamos al último piso, el más piola y nos metimos.
Había solo dos urinarios buenos, nos instalamos, el se saco el pico del buzo por encima y comenzó a mear, ese manso pico peludo. El me seguía hablando mientras lo hacía, yo en cambio estaba tratando una forma de ver su pico sin que se diera cuenta. Obvio que cacho, y me lo apunto, me dijo solo “cacha, lo que te voy a mandar más rato”. Y ahí estaba, flácido, grandote, caché que tenía unos tatuajes arriba. Se me paró al toque, el cacho. No había ningún alma cerca. “¿Querís?” me preguntó, obvio que sí, pero me hacía el difícil.
Sonreí y mire para el lado, él insistió sin palabras, se comenzó a tocar en frente mío, mientras ponía cara de caliente. Me bajo el miedo, pero más me bajaron las piernas. Se tambalean sin que tuviera control alguno, estaba siendo hipnotizado por su pichula, me acerqué lentamente a ella, la tome con una mano, le sentí su aroma entre pico y orina y me la aloje en mi boca, él con sutileza de macho alfa me tomó la cabeza y me presionó para que llegara hasta el fondo, y aunque no soy hombre de muchos talentos, soy un buen tragasables. Se impresionó como me comía su pico. La escena era digna de una porno de baja calidad. Me tenía tan caliente que me la saque de nuevo para pajearme mientras se la chupaba al Richard.
El hueón se movió hasta uno de los cubículos, se sentó en la taza del water y continuó tocandose, ahora con los pantalones abajo, me acerque y cerré la puerta, me agache y se la seguí chupando, sus cocos peludos y todo. De arriba hacia abajo, lo dejaba bien mojado. El gemía despacito y se nota que no aguantó más, me agarró del pelo con fuerza, con algo de violencia y se comenzó a pajear fuerte hasta acabar en mi cara, me saltó caleta de su leche tibio, me obligó a comerla de nuevo y a tragarme todo su semen, asentí sin resistencia. Me trague todo el moco que quedó en su pico mientras con él me pegaba pequeños azotes en la cara, cagado de la risa.
Me limpie la cara, le deje la pichila limpia y salimos del cubículo, yo me lave las manos y la cara, el hueón nada, se puso detrás mío, me agarró el culo por dentro del short, “después te voy a pedir prestado esto hueón”. Ahí me entró el miedo.
Ya afuera de la U, nos fuimos caminando al metro, no tenía sentido ir a clases después de esto. Ahí se me ocurrió decirle algo estúpido
-Jamás pensé que eras… bueno tu sabes
-No, no lo soy, soy caliente no más.
Ok, el ambiente cambió bruscamente. Se puso pesado. Nos despedimos en Universidad de Chile. Llegue a mi casa a la hora, todavía no podía creer lo que había pasado. Valió la pena, pero me dio paja que se haya molestado, de verdad quería ver hasta dónde más podríamos llegar, sin duda quería que pasará más.
Ese día tomamos once en la mesa, como buena familia. Mi vieja nos tenía algo que contar.
-¿Recuerdan al Richard? preguntó la señoraSí po, obvio… ¿apareció? – le contestó mi viejo
-Sí,me contó la Juana que estuvo preso 5 años y al parecer salió esta semana
-¿Qué? ¿qué hizo? – pregunté cómo alterado
-Al parecer mató a una persona…
Comentarios
Publicar un comentario