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Entrevista: La Mudanza Parte II

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 E: Ya pero cuenta más po M: Te esperai po, si la huea es con paciencia... E: ¿Llegaron a destino? M:  Sí po, seguimos el rumbo, así como si na', yo seguía caliente, más que la chucha, se la quería puro poner po, si tenía la media raja... la cagó el culiao, como de mina.  E: ¡¿y lo hicieron?! M: Ya te estai adelantando culiao, jaja la huea es que llegamos, descargamos las cosas, el culiao que debía esperarnos allá, no llegó nunca el huea, el dueño tampoco, por suerte teníamos la llave, así que descargamos todo entre los dos no más... eso si que quedamos mas cansados que la chucha, el dueño finalmente no llegaría hasta mas tarde, venía atrasado. Era como la media tarde, estaba todo bien anaranjado, fresquito, ya teníamos todo adentro, medio desordenado, cuando escuché a este hueón desde el segundo piso, "necesitaría ayuda con algo", pensé, subí las escaleras, me llamaba de una de las pieza, y mientras voy entrando... hueón... E: ¿Qué huea po? M: El culiao estaba con los pa...

Aporte: El Escolar que me cambió la vida

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Aporte de Anonimo. Primero que todo, me costó bastante enviar esta historia. Me costó porque todavía me persigue un poco, me duele, me incomoda. Digamos que me llamo Mario, soy una persona que ahora tiene 36 años, pero comencé a vivir realmente a los 30.   Toda mi juventud la vivi atado a una religión algo extremista, imagino que no soy el único. Muchos escapan a los 18 y parten hacia una vida más relajada, pero otros, como yo, siguen prisioneros durante mucho tiempo más, convenciéndome que era el mejor camino. Imagínate crecer cola así, cada pensamiento enfocado en algún hombre desnudo me acercaba cada vez más al infierno, así que no me lo permitía, nada. No me sentía a salvo ni en mis propios pensamientos. A mis 18, jamás había visto una porno, nada. Traté de buscar escapatorias que ayudarán a olvidarme de mi lado más real. Por ejemplo, conocí a una chica, María José. Era de la iglesia, así que congeniamos rápido. No quedábamos muchos jóvenes en la iglesia, y mis opciones se limi...

Bi-brígido

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Brígido. Todo lo que pasó durante ese fin de semana fue brígido, algo rancio, sí, pero aún recuerdo y me pongo muy caliente al toque. No te voy a dar la lata, iré directo al grano, pero hay algunas cosas que debes saber primero. Mi nombre es Gonzalo, aunque todos me dicen Gonza. Tengo 25 años y soy sagitario. Un tipo medio feo, medio alto, medio flaco, pichulón, sí, esa es mi gracia debo reconocer, y simpático también... creo. La huea es que tengo un grupo de amigos algo grande, unos 4 cabros y 2 cabras bien loquillas, pero buenos compas. Entre ellos se sumo una chiquilla que se integró porque era prima de un amigo y venía de Rancagua: La Caro, y... ¿cómo te describo a la señorita? era una en un millón, literal, pelo largo claro y liso, ojos grandes, labios carnosos, carita hermosa, pechos normales y un culo, un culo de esos que te tienes que dar vuelta a ver.  Como podrán comprender, la cabra era la baba de todos los hueones, pero era un fruto prohibido, no por respeto a nuestro a...

Entrevista: La Mudanza Parte I

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E: Mira, lo importante es que me contís todo po', con lujo de detalles, no se te puede ir nada... M: Pero, ¿querís que te de mi nombre también? o qué huea? E: No, no es necesario, le pondré un nombre ficticio. M: Ok... es que igual me da algo de vergüenza jaja E: Demás que sí, pero estamos en confianza, así que voh dale no más. M: Puta, ya... y ¿por dónde parto? E: Del principio po jaja parte presentándote y describiéndote. M: Ok, Mi nombre es Mauricio, tengo 35 años, soy de Quilicura, tengo una esposa, dos hijos, pocos amigos mmmm no sé qué más. E: Puta el hueón fome jaja dime que te gusta, no sé, descríbete mejor po, recuerda que la gente va a leer esto, necesita imaginarse las hueas M: Mmmm.... mido 1.80, soy moreno,  pelo cortito siempre, tengo la media pichula jajaja y soy del colo ¿te sirve? E: Puta, sí... ok, sigamos ¿era la primera vez que te metías un hueón? M: Mmm sí, o sea igual en el colegio una vez nos corrimos la paja junto a un compañero, nada de toques, pero nada má...

El secreto de Alex II

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  No te voy a mentir, la pase muy mal durante las primeras semanas. Ya sabía, no debía engancharme, no debía, pero lo hice igual y en tiempo record. Lo que más me atormentaba era pensar que él creía que yo no lo iba a apoyar, o le daría la espalda al saber a qué se dedicaba en el pasado, filo con todo eso. No me importaba, pero ¿cómo se lo podría hacer saber? No había forma, no quería saber de nadie. No podía sacármelo de la cabeza. Así que como buena persona autodestructiva que soy, me esforcé en buscar un pico fácil. Necesitaba olvidar a mi amor de dos semanas ¿ok?, voy a culear, ¿qué más da? Así que me baje las apps que tenía desinstaladas e intente conversar con lo que saliera, necesitaba sacarme al Alex de la mente.  La primera cita, pues, no fue mala. Llegó un chico que se veía simpático, medio flaco, tenía buena herramienta, medio fome, tanto que luego de meterla durante dos minutos se fue cortado, y ni se preocupó de que yo terminará, ni tampoco un abracito, nada, nada...