Amigo Futbolista IV
Sí, fueron extraños los días que vinieron después. Eric se alejó de forma repentina, sorpresiva, no me contestaba tan seguido, me ignoraba, pero tenía sentido, ¿dolía? más que la mierda ¿por qué no habló conmigo? ¿Pensaba que le haría un show, un escándalo? no... pero lo entendí, no le reclamé, solo veía sus historias de vez en cuando, con su polola nueva ¿será que le chupa mejor el pico? ¿Será que prefiere un choro lubricado antes que un poto apretado? muchas interrogantes que destruían mi autoestima me atacaban a la vez.
Y a pesar de que no le iba a causar un daño, sacándolo del closet, conectándome con su polola nueva, no sé, mi rabia se seguía acumulando, tenía que dirigirla hacia otro lado o terminaría mal.
Durante esas semanas nos enteramos que Carlos le había pedido matrimonio a su polola de años, el mismo Carlos que cada vez que podía me daba un agarrón en las duchas, el mismo Carlos que me había rozado el hoyo para hacerme acabar en mi cumpleaños enfrente de todos, ese Carlos. Igual caché que tenía un tipo, su polola era culona culona, no tanto como yo, pero tenía tremendo poto y era algo amistosa, aunque me caí mal, no sé: estaba en mi época de odio, odiaba ver parejas felices.
Así que lo siguiente era… la despedida de soltero, obvio, la oportunidad perfecta para que el grupo se reuniera de nuevo. Me entusiasmaba la idea de encontrarme con Eric. Ahora, los hueones de primera no me invitaron, porque se les ocurrió arrendar un antro, con minas incluidas, pero les dije que igual apañaba, igual me agarraba una mina, se reían no más.
Llegamos. Pensé que estaría nervioso, pero no, solo quería que se acabara luego, en especial luego de saber que Eric no iría. Carlos venía de una familia con plata y se notaba, el local estaba solo para nosotros, barra abierta, un DJ y harta producción.
Los cabros se lanzaron directo a la barra, comenzaron con piscolas, continuaron con piscolas y terminaron con piscolas. Eran como pendejos recién salidos del colegio, imagino que estos eventos lograban que estos hombres volverían a comportarse como idiotas que apenas tenían pelos en el pubis.
Las minas no tardaron en llegar, y la verdad es que estaban muy guapas y voluptuosas y además eran muy simpáticas, aunque los hueones estaban demasiado curados, les corrían mano y ellas se dejaban riendo, era incómodo ver todo eso.
Como a eso de las 3 de la mañana y cuando no estás tomando igual que el resto, puedes ver lo decadente de la escena completa: las chiquillas bailando en cada vez menos ropa, siendo toqueteadas por una tropa de ebrios… Carlos desapareció, todos asumimos que se había ido con una de las chicas para... bueno, vivir su última noche como soltero. Así que ante ese escenario tan decadente y también por el cansancio decidí que era momento de partir, no estaba cómodo y seguía decepcionado por no encontrarme con el Eric.
En mi camino a la salida y mientras me despedía, caché que faltaban tres hueones, justo en eso mire pa' arriba y caché que habían varias habitaciones en el segundo piso. Me entró la curiosidad, así que subí. Arriba se escucha menos música, solo como retumbaban las finas paredes con el reggeaton añejo de fondo. Estaba oscuro, pero las luces rojas de neón me guiaban a través de ese medio laberinto, luego unos gemidos llamaron mi atención, ¿estaban culeando?, me acerqué a una de las puertas, que no tenía puertas, sino una tela blanca, pasé y lo que vi me dejo... pensando.
Estaban dos cabros culiandose a una de las chiquillas, la tenían penetrada por ambos orificios, los hueones no sé si estaban muy borrachos o drogados, ni siquiera me vieron, y además no podría decir que lo estaban pasando mal.
Yo me quede pegado, como voyerista viendo la escena. Como la chica soportaba dos picos al mismo tiempo. ¿Les causará placer saber que sus picos se estaban frotando mutuamente dentro de las entrañas de aquella mujer? ¿pensarían que solo es válido restregar sus sables si era a través de una chica? porque la luz roja dejaba en evidencia que sus picos estaban tocándose, frotandose en sus jugos de genitales.
Los hueones finalmente me cacharon y me pidieron que me uniera, estaban muy risueños, como si todo era un juego, un partido de fútbol, me invitaban como si había un espacio extra, un hoyo que no se usaba, su boca, la chica no se veía muy entusiasmada con la idea, igual no iba a entrar, les dije que la pasaran bien y me fui.
Había otra habitación, pero en el fondo del que se oían gemidos de hombre, pero eran como de dolor. Pensé que podía ser el Carlos, me fui acercando porque de nuevo... la curiosidad. Entre en esa segunda habitación y... no era Carlos, era Jaime, otro de los cabros, aunque no fue eso lo que me sorprendió.
Jaime estaba en cuatro, mientras una chica lo penetraba, hasta el día de hoy no sé si era un estrapón o si la chica tenía pene. No es como si importará. Jaime nunca levantó la mirada, tenía la cara pegada en la almohada, gimiendo fuerte, pero ella sí, me miró con cara coqueta, como diciéndome: "ustedes creen que tienen poder, aquí no". Le sonreí de vuelta y me fuí antes de que se diera cuenta. No quería incomodarlo.
"Ya era suficiente". Demasiado para una noche, ni alcance a despedirme de nadie, le di una propina a una de las chicas y antes de irme me dijo: "podrías venir los martes, creo que lo disfrutarás más", a lo que le pregunte porque, solo me dijo: "Martes femenino po, hay guachitos terrible ricos". Sonreí y le dije que lo pensaría.
Al salir del local, tenía que pasar por los estacionamientos, estaban llenos todavía, pero sin ningún alma, camine entre varios autos, la noche estaba muy fría, tanto que se podía ver la respiración como si fuera humo. Cuando ya me quedaba la mitad de camino a la salida, escuché que alguien me llamaba, y quede helado, primero porque me pase el rollo de que era un fantasma, pero luego caché que era el Carlos.
-¿Que hacis aquí hueón?
- Estaba fumando...
-¿Tanto rato? Jurábamos que te habías ido con una de las chiquillas
- Nah...
-¿Estaí seguro? porque si es tu última noche como soltero hueón, después no vai a poder hacer otras hueas- me reí en su cara
- Puta sí, pero si voy a hacer algo entonces, que sea de verdad una huea que no haré más po.
-Ya... ¿y tenis una idea?
-Sí... pero no sé.
-Hueón, te quedan como 3 horas para decidirte, onda, no tenis mucho tiempo para pen... - y antes de que pudiera terminar de decir lo que quería, tenía al Carlos encima, devorandome la boca, entre curao y caliente, lo aparté después de unos segundos - No hueón, no...
-¿Por qué no? - me preguntó cómo vacilante, nervioso y no supe darle una respuesta.
-Puta, no sé... - y me "atacó" nuevamente, puta que daba ricos besos el hueón. En una nos quedamos mirando, solo nos sentíamos la respiración mutua.
-¿Vámonos a mi depa?
- Vamos - le dije
¿Tu creís que me importó meterme con un hueón que estaba a punto de casarse, justo ese mismo día? no, filo. Íbamos en su auto y se me ocurrió apurar el proceso, le desabroche el cinturón y le saque tremendo pico del pantalón, se la comencé a chupar en el auto, mientras él conducía, no era la mejor idea, pensando que iba raja curao, pero bueno, estaba en modo autodestructivo, así que filo, además su pico estaba muy rico, grueso, largo, cabezón y algo hediondo, perfecto para olvidar a Eric.
Llegamos al estacionamiento del departamento, y mientras salíamos del auto, se me ocurrió bajarle los pantalones de nuevo, el hueón se asustó, pero le dije: "último día..." y me lo comí nuevamente, me gustaba verlo de abajo arriba, como tenía esa mirada de miedo entre la oscuridad, le comía los huevos y no podía evitar gemir. Tanto que se asustó y se levantó los pantalones. Nos metimos al ascensor y marcamos su piso.
Entramos a su departamento y creo que el alcohol dejó de hacerle tanto efecto, se metió a la ducha y se quedó harto rato ahí, incluso tuve que ir a buscarlo. Salió sin toalla, con el pene full erecto todavía, pero se veía confundido.
-Nunca he hecho esto...
-No te preocupes, es parecido a hacerlo con una mina...
-Jaja dudo que sea igual
- ¿Por qué lo dices?
-Puta, mi futura esposa jamás me había chupado el pico así.
-Bueno... digamos que cuando te cases, si necesitas algo de mí, aquí estaré... - nos miramos y estábamos listos.
Nos tiramos a la cama, él seguía algo húmedo por la ducha y yo ya estaba completamente desnudo. A puro beso, a puro agarrón, el hueón me tomaba el pico fuertemente y yo hacía lo mismo, nos corrimos la paja duro y parejo. Se la chupe un buen rato y ya yo estaba listo para la segunda fase, pero... rara fue mi sorpresa, cuando el hueón en vez de ponerme en 4, se puso en 4.
Quedé un poco chocado, pero tenía sentido, recordé a Jaime y fue como, "ya po, en qué topamos". Había que ser activo, como en los viejos tiempos. Me lance sobre su culo, y le di una chupa' de poto que creo que lo hice pensar en el divorcio, no gemía, gritaba de placer el pobre. Imaginate vivir 26 años sin que te hayan chupado el poto, mal, pero aquí estaba yo para revertir eso.
No teníamos lubricante, así que un escupo y un masaje en el hoyo con mi pulgar, lo tuve harto rato así, el muy tierno se abría el culo con las manos y me dejaba ver en gloría y majestad ese tremendo nudo de globo virgen. Creo que me enamoré de inmediato, igual… de pronto me venían recuerdos con el Eric, como que me daba pena, rabia y más calentura.
Luego de un rato trabajando el culo, me puse en posición. Igual me sentía como un pequeño gladiador, tratando de derrotar un gigante. Tremendo poto y me sentía tan pequeño, pero filo. Se lo metí sin piedad, sin descanso, hasta el fondo, el hueón gemía como desesperado, como si lo estuviera matando, lo que me calentaba y entre más cachetadas, y agarrones violentos de cuello, el Carlos más lo disfrutaba, hasta que le jalará el pelo pedía.
Lo hice sudar caleta, creo que jamás el pobre Carlos había escuchado como sus cachetes sonaban mientras lo penetraba. Igual había una huea que me prendía caleta, que era la huea del poder, ahora era yo el que estaba en situación de poder, dejándolo loco, con los ojos pa’ atrás.
Solo lo hicimos en cuatro, por orden de él, quizás pensaba que si no nos veíamos a los ojos no era gay. Le di duro hasta que se fue cortado, ahí el hueón se acostó en la cama y se quedó en posición fetal un rato, tratando de recuperar el aliento, yo no me fui, pero filo. Me comencé a vestir y el hueón se quedó raja.
Me terminé de vestir y me fui no más.
Al otro día fuimos al matrimonio, todos los cabros con caña, yo bien, viendo como este huen se casaba con el culo recién roto, esperaba sinceramente que fuera feliz, si era buen cabro, medio hueón y claramente tenía muchas cosas pendiente. Y tal como el Eric, Carlos se hizo el hueón con lo que pasó ayer, pero en este caso lo agradecí…
Pasaron meses sin nada de nada, el grupo se dividió por unos meses, algunos se fueron de vacaciones, otros se metieron a trabajar, como yo, que me distraje con una pega, olvidé al Eric, o eso creía, hasta que escribió en el grupo, mencionando que sería papá. Vaya golpe a mi corazón. Más encima regresaba la temporada, así que íbamos a comenzar con los partidos, los entrenamientos y todo, no sé si estaba listo para todo eso, pero bueno.
Continuará, próximo cap, será el cierre de esta historia y se viene Intenso.
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