Amigo futbolista
¿Cuánto tiempo puedes vivir una mentira sin que te pase la cuenta? en mi caso fueron 6 meses, 6 meses en los que pensé que podía hacer todo, vivir todo, culiar todo sin sufrir ningún tipo de consecuencia, que equivocado estábamos.
Con el Eric siempre tuvimos una relación de amistad intermitente, nos conocimos en el pasaje cuando teníamos 6 años, luego fuimos al colegio hasta 1 medio juntos y nos reencontramos en la universidad. Estudiábamos cosas distintas, pero nos ubicaron en la misma facultad. Era agradable tener un conocido cerca y en especial el.
Desde chico el Eric era súper enérgico, nunca se quedaba quieto, tuvieron que cambiarlo de colegio por lo mismo. Ahora en la U, encontré una carrera que lo podía dejar tranquilo: Educación física. Así que te podís imaginar el cuero que tenía este cabro, maceteado, de piel morena, ojos verdes, trigueño, sus raíces brasileñas de parte de su papá se notaban, pero también heredó el lado pesado de su mamá, si no lo conocías bien, podrías terminar odiandolo los 15 minutos.
Cuando nos topamos en la U de casualidad, ya habíamos perdido el contacto, pero faltó un encontrón para poder retroceder el tiempo, es como si nada hubiera pasado. Almorzabamos juntos, me incluía en los carretes de su carrera con sus amigos compañeros de carrera, que eran unos trogloditas, pero más ricos que la chucha.
En esos años no tenía idea que podía ser bisexual, me tope con una pared brigida en mi juventud y trate de reprimirme lo más que podía, por eso siempre tuve polola, para no "perderme", aunque a veces igual veía videos porno gay, pero con culpa, sentía que engañaba a mi pareja actual de ese modo. Así que imagínate, rodeado de estos cabros, fuertes que andaban siempre con buzos apretados, era un test constante.
Todo "empeoró" cuando me invitaron en su equipo de baby football ya que gracias al Eric, todos sabían que era buen arquero, además el tipo que siempre jugaba esa posición con ellos estaba lesionado gravemente. En nuestro primer partido les volamos la raja al otro equipo, me mande unas tapadas históricas, así que luego en el camerino me felicitaron caleta, desde abrazos piluchos, agarrones y otras cosas
Y es que jamás he entendido esa dinámica que se da en los camerinos, desinhibición total, más de algunos que otros, el Eric por ejemplo era un alpha clásico, se paseaba por todo el sector mostrando su pico, que sin duda era el más grande de todos y el menos cuidado, onda amigo, te hacía falta una podada, y por eso, creo que era el último en vestirse, a veces se quedaba sentado en una banca y leía sus mensajes, así con todo el paquete afuera, yo lo miraba como que no quería la cosa, a veces creía que me podían pillar, no sé.
Los otros cabros se paseaban también, habían unos culos tremendos, yo me sentía tan entrenado que podía controlar cualquier tipo de erección frente a ellos, pero había momentos que realmente eran complejos, como cuando saltaban juntos, tocándose, mojados, con algo de jabón en el cuerpo o cuando se daban agarrones en los picos y hasta se manoseaban las rajas, vi a uno que intentó meterle los dedos en el hoyo a otro... jugando, jugando po.
Pero más allá del morbo en las duchas, las enjabonadas que había recibía, era la camaradería lo que valoraba de ese grupo, carreteamos, nos apoyamos, era divertido.
En esos años, el Eric pololeaba con una chica, la Marisol, llevaban como 3 años y se notaba que eran muy el uno para el otro, era todo lo contrario el cascarrabia del Eric, amorosa, tierna y muy, muy, muy rica.
Yo también pololeaba, con la Naty y pucha que me da lata lo que le hice a la Naty, no se lo merecía, era una cabra buena y la verdad le deseo todo lo mejor en su vida, además de pedirle perdón.
Nuestras pololas se conocieron en un carrete y se hicieron re amigas, hasta el punto que se juntaban sin nosotros e iban al mall o almorzar. Me gustaba esa dinámica.
El viaje de la perdición
Quizás debí decir que no, debí decir que no podía, algo me decía que no debía ir, pero fui po. La oportunidad era irrepetible, onda, íbamos a ir a la Serena a jugar un torneo, la U nos pagaba el hotel y todo ¿cómo iba a decir que no? además pasaba lo siguiente: había un cabro que me daba toda la tinca que era… curioso.
El Richi, lo veía a veces en los camerinos, como medio mirón, medio agarron, más que el resto, se me pegaba a veces y tenía un culo que estoy seguro lo trabajaba. En mi fantasía, me podía quedar con él en la habitación del hotel, pero no sé, me ponía muy ansioso la situación.
Este cabro era rico, pero rico, rico, se preocupaba mucho por su apariencia, lo que me daba a entender que quizás podía jugar para el otro equipo, tenía abdominales muy marcados, ese caminito a la gloria, y un cuidado especial por su “arbusto”, era el único que se depilaba, además no se le conocía polola. Me costó harto batallar contra estos pensamientos impúdicos, además que era re tela, varias veces nos quedamos conversando de otras cosas que no eran minas, sino series, películas, música, etc.
Llegamos allá y por alguna razón sentí que el Richi se quería quedar conmigo, pero finalmente el Eric se metió y quedamos en la misma pieza, por la chucha Eric, tampoco le podía decir “vete, que quiero ver que pasa con el Richi”, obvio que no, así que asentí no más, sin ningún problema.
Esa misma noche, muchos de los cabros salieron a carretear a la disco del hotel, habían caleta de chicas del sector, una más rica que la otra, yo estaba apartado, en el segundo piso de la disco, fumando algo y tomando re piola, vi que todos la pasaban tan bien, pero no veía al Richi por ningún lado, mientras veía al Eric estaba dándolo todo con unas chicas, pensé “qué pena su polola”, igual algo hipócrita de mi parte, aunque hasta ese minuto no había hecho nada.
Yo no quería bailar, ni nada más, salí a caminar a las afueras un rato, para despejar mi cabeza y no pensar en el Richi, ni nada. Volví a mi cuarto, y el carrete seguía en los pasillos del hotel, muchos tirando ahí, otros llevando chicas a sus piezas, yo me reía no más.
Mi pieza estaba de camino a la pieza del Richi, tenía que pasar por fuera y cuando me iba acercando caché que su puerta estaba abierta, escuché unos ruidos raros saliendo de ella, estaba junta, pero lo suficientemente abierta para ver todo lo que ocurría dentro.
Resulta que el Richi sí se había llevado a una chica a su habitación, junto a otro amigo estaban en plena torre Eiffel, el Richi dandole de perrito a una mina random que se la chupaba a otro de los cabros, me quede como petrificado, verlo tan hetero me decepcionó, pero me calentó caleta la escena, el Richi en una me miro y cacho que lo estaba observando, se cagó de la risa, me hacia señas asi como que la mina estaba apretadita, jugaba con sus nalgas mientras me veía, dandole cachetas, como jugando, riendo como un pendejo culiao, yo me reí y como que lo salude y me fui, me sentí algo incomodo ver a otro como culiaba, en especial un hueón al que le tenía ganas, pero caliente quede po.
Me fui a mi pieza, cerré la puerta y me acosté, quede mirando el techo y comencé a correrme la paja de puro caliente, de pensar en el hueón culiando, no me aguante, ni me quite los pantalones, solo la saque. Estaba en plena cuando el hueón del Eric entra y me interrumpe, me asusté tanto que salte de la cama.
El hueón como que cachó algo pero se hizo el gil.
-¿Qué hacis aquí a esta hora hueón? te vi terrible motivado con las otras cabras - le dije tratando de arreglarme el pantalón.
-Nah… me aburrí, además mañana tenemos partido po, hay que mantenerse concentrado.
-Qué aplicado, no te conocía.
-Bueno, ni tan aplicado, cacha - y sacó una botella de ron de la chaqueta.
-¿De dónde sacaste eso? - le pregunté
-Hueón, nadie cuidaba el bar, así que…
-Te lo robaste huéon…
-Algo por el estilo, pero no tengo ni coca po
-Puritano no más - le dije
Y ahí nos quedamos tomando, hablando de nuestras vidas, el hueón me confesó varias cosas, como que quería terminar con su polola, porque según él ya no la quería tanto, que extrañaba a su hermano que había muerto hace un par de años, se abrió bastante en una noche.
Se hacía algo tarde, así que paramos de beber, yo me fui a duchar como tenía costumbre, me puse un boxer una polera para dormir, mientras el Eric dormía con un slip y nada más. Me acosté, pero este huéon quería seguir hablando.
-Oye, sabís que? me dieron ganas de entrenar
-Hueón, son las 2 de la mañana, anda a dormir
-Pero escuchame, quiero hacer flexiones
El hueón de puro jugoso saltó a mi cama, por encima del cubrecama y empezó a hacer flexiones arriba mio.
-Hueón… basta - le dije cagado de la risa, onda con ataque de risa.
Obvio que no paro, quitó el cubrecama y empezó a hacer flexiones arriba mio, onda, lo tenía ahí, sin polera, solo en ropa interior, haciendo flexiones encima mío, onda su paquete rozaba con el mío cuando bajaba y ahí me empecé a preocupar po.
El hueón no paraba y ahora cada vez que bajaba, se frotaba un poco contra mi pico, como esperando que me erectará, cosa que estaba comenzando a pasar, así que lo intenté sacar por la fuerza.
-¿Qué pasa? ¿no te gusta?
-¿Qué me estís rozando el pico contra mi pico culiao hueco? - le dije como medio enojado
Ahí se puso serio y me dijo “sí po, ¿te gusta? yo sé que te gusta” y conchetumadre, la atmósfera cambio cuática, ahora solo lo miraba y me deje, me deje y mi pico se puso más duro que una piedra, sentí que el del también, y ahí se me quedó, encima, ya completamente encima, pesado el hueón, hasta que se puso al lado mío, en la cama, cabeza con cabeza y se la sacó del slip, apenas pudo por lo tirante que estaba.
Medio pedazo que tenía el huea, se la había visto flácida, pero esto era otra cosa, era un monstruo, se me hacía agua la boca, incluso su olorcito me impactó. Se comenzó a pajear, así que hice lo mismo, me la saque tímidamente y me comencé a tocar, el estaba concentrado en lo suyo, así que hice lo mismo.
Hasta que me agarró la mano para que se la jalará y era la primera vez que tocaba un pene ajeno, mi corazón casi se derrite, el me comenzó a tocar el mío y nos dimos una paja mutua, sus cocos eran terrible grandes y bailaban mientras le corría la paja.
No sé cuánto tiempo estuvimos así, a pura paja, hasta que el hueón me comenzó a ver, comenzó a buscar algo de mi, hasta que lo descubrí, me chanto un beso súper tosco, súper ansioso y súper rico, a lo que le reciproque, y de nuevo, es la primera vez que mis labios tocaban los labios de un hombre y se sentía tan bien, tan correcto, mucho más rico que cuando besaba y tocaba a la Naty incluso.
Después de ese beso me fui cortado, no pude evitarlo, no pude ni avisar, el hueón le calentó la escena porque acabó también, nos fuimos juntos, eso si que yo quede embarrado, su semen y el mío cayó sobre mi polera de pijama, me reí, cuando volvimos a la normalidad, el se fue al baño, se ducho y se fue a la cama, con suerte me dijo con “buenas noches” y ahí quedé yo, tampoco esperaba que nos abrazamos hasta quedarnos dormidos, pero eso fue raro.
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