El primo chico
Mi vieja y su hermana eran muy cercanas, por lo que cuando nos vinimos a vivir a Santiago por la pega de mi vieja, quedaron muy afectadas, pero se veían regularmente, al menos una vez al mes venía de visita. Dato curioso de mi familia: ni mi mamá está con mi papá, ni mi tía está con el papá de su hijo. Ni es tema, son madres luchonas en el mejor sentido de la palabra. Mi nombre es Javier, tengo 25 años, estoy terminando mis estudios de publicidad. Tengo una polola preciosa que conocí en la U y francamente la vida se me había dado bastante cómoda hasta ahí, aunque tenía el bichito de la bisexualidad dentro y que no sabía cuándo iba a explotar. Me gustaban algunos hueones, de vez en cuando veía porno gay y cuando culiaba con mi polola, puta, igual pensaba en otros chicos, pero nada fuera de lo común. En cambio, mi primo, el hijo de mi tía, el Miguel era un pendejo problemático, mi tía ya se había rendido con él y prácticamente hacia lo que quería. Igual, "problemático" para las...