Cuando me culié al gringo
Ese gringo culiao era un enfermo de mierda, pero me gustaba. Me gustaba caleta. Lo conocí en Temuco. Me pegue un viaje a la mitad de la carrera. Solo. Ningún hueón pajero de mis amigos se digno a acompañarme. Filo. Recorrí el sur, varias ciudades, tomando fotos, que es mi gran hobby y eso me llevó hasta Temuco po. No sé porque Temuco, algo me decía que tenía que ir, conocer, tomar fotos. Aunque el primer contacto con la ciudad no fue muy amigable que digamos: me intentaron asaltar afuera del hostal, apenas llegando, pero como soy más vivo safé cuático, andaba con mi cámara, hubiera perdido tantas maravillosas fotografías, en fin. La cosa que había reservado una habitación solo para mi, pero, obvio que esa reserva no existía, porque vaya a saber uno cómo funcionan estos sistemas de mierda, la huea es que la chica me ofreció una pieza doble, onda que tenía que compartir con otro turista chino, europeo o de donde sea, filo, era eso o salir a buscar otros lados, pero con el impacto del ...